Alcides Adolfo Vaccarini, agradece al Hospital San Antonio de Padua.

Después de un duro momento
que pasé con el Coronavirus,
ahora me tomo un respiro
para decir lo que siento.
Lo digo a los cuatro vientos,
y al verso me amarro,
vaya mi agradecimiento
al Hospital de Navarro.
No quiero quedar mal
al nombrarlos a todos,
pero lo digo de este modo
y lo hago con mucho amor,
enfermeras y enfermeros
del hospital lo mejor.
No deseo dejar afuera
a las chicas de limpieza,
con toda su gentileza.
Se los digo en este instante,
en las horas de trabajo
dejaban todo brillante.
La comida ni que hablar.
¡Qué calidad, si señores!
Les voy a dejar las flores,
del jardín de primavera,
dejo un cariño enorme
a todas las cocineras.
A los choferes también
los quiero saludar,
y tengo algo especial
para compartir con ustedes:
Uno hace lo que puede
cuando toca la guitarra,
y el Negrito Lardapide
me llevó a los golpes tres cuadras.
De los doctores que digo,
no me sale ninguna rima.
El corazón me ilumina
cuando los quiero nombrar.
Por eso quiero dejar
un saludo como amigo,
a quien lleva por nombre, José
y de la Cruz de apellido.
No es mi costumbre escribir
y lo hago en este momento,
les digo lo que siento
y lo hago con fervor,
no hay hospital como el nuestro
en todito alrededor.
Alcides Adolfo Vaccarini,
agradece al
Hospital San Antonio de Padua.